Comunicación gráfica para la exposición de finalistas del Premio Miquel Casablancas 2019, que se realizó en Fabra i Coats Centre d’Art Contemporani.
La gráfica parte de la idea de recuerdo y de cierto impulso, inclinando y deformando las letras de la tipografía cómo si se estuviera quemando por el fuego.
Los colores también juegan un papel conceptual, generando un degradado variable que va y viene, cómo si fuese el propio recuerdo o deseo.
Sant Andreu Contemporani
2019